Dinero Falso: Entre la Ilusión y La Realidad

En el ámbito de la criminalística, los delitos de falsificación y adulteración de documentos y papel moneda presentan desafíos técnicos y operativos considerables. En Argentina, estas prácticas ilícitas afectan tanto a las entidades gubernamentales como al sector privado, generando un impacto económico y social significativo. Este artículo aborda las características fundamentales de estos delitos, su análisis desde la perspectiva de la criminalística y las herramientas utilizadas para su identificación y prevención.

La Falsificación: Métodos y Tecnologías

Falsificación mediante empleo de originales: Aquí el falsificador utiliza materiales y procesos similares a los de las instituciones emisoras. Estos incluyen el uso de papel, tinta y técnicas de impresión originales, con la finalidad de imitar documentos de alto valor de manera precisa.
Falsificación de apariencia: El falsificador busca replicar el aspecto visual del documento a través de métodos más sencillos, aunque con un alto nivel de destreza técnica. Se estima que más del 80% de las falsificaciones en Argentina se realizan bajo este método

El papel moneda es uno de los principales objetos de falsificación en Argentina junto a la falsificación de marcas. El proceso de creación de un billete legítimo involucra altos niveles de seguridad, desde la selección del papel hasta la impresión y las tintas utilizadas. El papel, por ejemplo, es producido exclusivamente para este fin, con características que lo hacen resistente y único, como la incorporación de fibrillas luminiscentes y filigranas, que facilitan la identificación de un billete auténtico.

La importancia de estudiar estos crímenes desde una perspectiva criminalística y jurídica radica en el rol clave que jugamos al mantener esa confianza social. Al final del día, el dinero no es más que papel, pero es la integridad del sistema lo que le confiere valor. Nuestra misión es mantener intacta esa ilusión y proteger el orden económico y social.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA), a través de la Casa de la Moneda, sigue procesos rigurosos para la producción de billetes. Estos incluyen sistemas de impresión como el huecograbado y la tipografía, que generan relieves y micro detalles perceptibles al tacto, elementos clave para la autenticidad de los billetes. No obstante, los falsificadores continúan perfeccionando sus métodos, empleando tecnología avanzada para imitar estas medidas de seguridad.

Según datos del Banco Central y la Policía Federal, se estima que más del 10% de las incautaciones de moneda falsa en los últimos años provienen de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.

Según datos del Banco Central y la Policía Federal, se estima que más del 10% de las incautaciones de moneda falsa en los últimos años provienen de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Además, en términos de falsificación de documentos, el 80% de los casos detectados corresponden a documentos adulterados mediante métodos que incluyen la modificación de firmas y la alteración de fechas. Estos datos evidencian la gravedad y prevalencia de estos delitos en el país, que afectan tanto a instituciones financieras como a ciudadanos comunes.

Herramientas de la Criminalística en la Detección de Falsificaciones

La criminalística ofrece una serie de herramientas para la identificación de documentos y monedas falsificadas. Entre ellas destacan:

Examen bajo luz ultravioleta: Para identificar tintas fluorescentes y fibrillas luminiscentes en billetes auténticos.
Uso de lupas de aumento y microscopios: Para detectar microletras y otros detalles impresos que no son visibles a simple vista.
Análisis de papel y tintas: El uso de papel con fibras especiales y tintas que reaccionan a distintas fuentes de luz es un factor clave para determinar la autenticidad de los billetes y documentos.

En palabras de Yuval Noah Harari, «el dinero es un acuerdo de la imaginación», una ficción compartida por todos que solo tiene valor en tanto las personas confíen en él. La falsificación, al alterar ese acuerdo, erosiona la estabilidad del sistema económico. De aquí surge la importancia crucial de las ciencias criminalísticas en la protección de la veracidad de documentos y monedas, al asegurar que la ilusión compartida del dinero se mantenga intacta.

Las medidas de seguridad que implementan instituciones como el Banco Central de la República Argentina buscan precisamente salvaguardar este acuerdo social. Cuando un billete es falsificado, no solo se pone en juego la economía, sino también la confianza colectiva. Como criminalistas, es nuestra tarea detectar, denunciar y prevenir estas prácticas que socavan el sistema financiero.

Como profesionales en ciencias criminalísticas, es nuestra responsabilidad contribuir a la prevención y detección de estos delitos, que comprometen la integridad del sistema financiero y la confianza pública en las instituciones. La falsificación y adulteración no son solo infracciones técnicas, sino crímenes que erosionan la estructura social y económica. A través de la implementación de tecnologías avanzadas y la formación continua, podemos fortalecer nuestras capacidades para combatir estas actividades ilícitas y asegurar que la verdad prevalezca en la justicia