Ante el reciente proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados de la Nación, que propone la desregulación de las profesiones universitarias y no universitarias, desde el Colegio de Profesionales en Ciencias Criminalísticas y Criminología manifestamos nuestra profunda preocupación por las consecuencias institucionales, sociales y profesionales que una medida de este tipo podría generar.

¿Qué implica esta desregulación?

El proyecto en cuestión propone, entre otras cosas, eliminar los requisitos de matriculación obligatoria, los aportes y contribuciones destinados al ejercicio profesional, y debilitar o anular el rol de los colegios y consejos profesionales en la regulación y control del ejercicio profesional.
Esta iniciativa vulnera principios constitucionales, especialmente lo dispuesto en los artículos 121 y 125 de la Constitución Nacional, que reservan a las provincias la potestad de regular las profesiones liberales en sus respectivos territorios. No se trata solamente de una disputa política: se trata de garantizar la calidad, la ética y la responsabilidad profesional en beneficio de toda la sociedad.

Impacto en nuestras disciplinas

En el caso particular de las ciencias criminalísticas y criminológicas, la regulación profesional es indispensable para asegurar que quienes intervienen en investigaciones judiciales, peritajes, asesorías técnicas y análisis criminológicos lo hagan con formación acreditada, respaldo institucional y bajo normas éticas claras.

La desregulación del ejercicio profesional habilitaría la intervención de individuos sin la formación académica, habilitación ni control ético requeridos, en áreas sensibles como la criminalística y la criminología. Esto implicaría un incremento significativo en el riesgo de fraudes, errores en los procesos investigativos y una posible vulneración de derechos fundamentales.

Como colegio de profesionales, no nos oponemos al debate ni a la necesidad de revisar marcos normativos que, en algunos casos, pueden actualizarse. Pero advertimos con firmeza que este proyecto, tal como está formulado, no propone mejoras, sino una desprotección estructural del sistema profesional argentino. Por ello, reflexionar críticamente sobre este avance regresivo. La idea de ‘menos regulaciones’ puede sonar atractiva, pero ¿a qué costo?

En defensa de la calidad profesional, desde este espacio reivindicamos el rol de los colegios profesionales como garantes de la excelencia, la transparencia y el compromiso con el interés público. Nos adherimos al rechazo ya expresado por la FEPUCH y por diversos colegios del país, frente a medidas que atentan contra la organización federal, la salud institucional y el ejercicio ético de la profesión.