Incendios en Argentina: Un Fenómeno Criminal, Ambiental y Social

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Crimen, Negligencia y Emergencia Ecológica

Por Lic. Pablo Pianca
Licenciado en Criminalística y Criminología

Los incendios forestales en Argentina, especialmente en las regiones del NEA (Nordeste Argentino) y la Patagonia, han alcanzado niveles alarmantes en los últimos años.

Según informes ambientales y de seguridad, gran parte de estos incendios no son eventos naturales, sino que responden a causas humanas, intencionales o negligentes.

Desde una perspectiva criminológica, el análisis de estos incendios no puede limitarse a su impacto ecológico: es un problema de seguridad, justicia y sostenibilidad. La destrucción de ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y el desplazamiento de comunidades son efectos colaterales de un delito que, en muchas ocasiones, queda impune.

¿Son estos incendios consecuencia del cambio climático o hay intereses económicos y criminales detrás?

Las provincias del NEA y la Patagonia presentan un preocupante aumento en incendios forestales y rurales.

El 95% de los incendios en Argentina tienen origen humano (Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible).

Gran parte de los incendios en la región del NEA están vinculados a la quema intencional de pastizales para la expansión agrícola y ganadera. El 2022 fue uno de los años más críticos para Corrientes, con el 11% de su territorio afectado por incendios (Fuente: INTA).  La falta de control y sanciones genera un escenario de impunidad, donde los verdaderos responsables rara vez son identificados.

En la Patagonia, el fuego es utilizado en muchos casos para despejar terrenos de alto valor inmobiliario. En localidades como El Bolsón y Bariloche, se ha denunciado la existencia de incendios provocados con el fin de apropiarse de tierras fiscales y bosques protegidos.

Factores climáticos como las sequías prolongadas y el aumento de temperaturas agravan la propagación de estos incendios.

Negligencia: Malas prácticas agrícolas, quemas sin control o falta de prevención.
Intencionalidad económica: Desmonte ilegal, especulación inmobiliaria, expansión de la frontera agropecuaria.
Conflictos de tierras: Enfrentamientos entre comunidades locales, intereses privados y pueblos originarios.
Terrorismo ecológico: En casos extremos, el fuego se usa como herramienta de presión política o social.

Incendios como Fenómeno Criminológico: El Fuego Como Herramienta del Crimen

Desde la criminología, los incendios pueden ser clasificados como delitos ambientales, que pueden responder a diversas motivaciones. Es crucial abordar estos delitos desde una política de prevención, monitoreo satelital y sanciones más severas, para evitar que el fuego siga siendo utilizado con impunidad.

Los incendios no solo dejan destrucción a su paso, sino que también narran una historia. Para los expertos en investigación de incendios, cada huella de humo, cada patrón de quemado y cada rastro de combustión son piezas de un rompecabezas que revela la verdad oculta tras el fuego. ¿Cómo se determina el origen de un incendio? ¿Qué métodos se aplican para diferenciar entre un accidente y un acto intencional?

El objetivo final de toda investigación de incendios es determinar cómo y por qué ocurrió. Para ello, se sigue un enfoque sistemático. Uno de los mayores desafíos en esta disciplina es diferenciar entre incendios accidentales y provocados, lo que puede tener implicaciones legales y forenses de gran importancia.

 

La investigación de incendios desde una perspectiva científica y metodológica, analiza la ciencia del fuego, sus fases, su dinámica y los efectos en las estructuras y cuerpos, con base en la NFPA 921, la guía de referencia mundial en la materia.
Un incendio deja una serie de efectos y patrones que, cuando son analizados de manera científica, permiten reconstruir lo ocurrido. La NFPA 921 establece que cualquier hipótesis sobre el origen del incendio debe basarse en métodos científicos, evitando suposiciones subjetivas o conjeturas sin pruebas.

La lucha contra los incendios no es solo una cuestión de bomberos y brigadistas: es una responsabilidad de toda la sociedad.

El ambiente no es un recurso aislado: es la base del desarrollo social y económico. La degradación de los ecosistemas impacta en:

-Economía: La pérdida de tierras productivas afecta la producción agrícola y el abastecimiento de alimentos.
-Salud Pública: La contaminación del aire por el humo genera enfermedades respiratorias.
-Desplazamiento de comunidades: Los incendios fuerzan a muchas familias a abandonar sus hogares, generando crisis humanitarias.
-Biodiversidad: La destrucción de hábitats naturales pone en peligro especies autóctonas, alterando todo el equilibrio ecológico.

La crisis de incendios en Argentina no es solo un problema ambiental, sino un fenómeno criminológico, social y económico.

Para enfrentar este desafío, es fundamental implementar un monitoreo satelital constante de las áreas en riesgo, fortalecer las leyes contra delitos ambientales y garantizar sanciones efectivas, concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y denuncia de incendios, proteger los ecosistemas como base para un desarrollo sostenible y seguro.

La lucha contra los incendios no es solo una cuestión de bomberos y fuerzas especiales: es una responsabilidad de toda la sociedad. Sin políticas ambientales y de seguridad sólidas, la sociedad queda expuesta a un círculo de degradación donde los intereses económicos priman sobre la vida humana y natural.


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